31.07.2022. Tras el sueño reparador he saboreado un delicioso desayuno frente al Rin en la terraza del hotel.
A media mañana he dado un largo paseo de casi cuatro kilómetros por la ciudad. He ascendido hasta la Ciudadela, una antigua fortaleza construida en 1660 sobre la base de una antigua abadía de la Orden de San Benito y que ha tenido diversos usos a lo largo de su historia.
En la actualidad alberga el museo histórico de la fortaleza y el Museo histórico de la ciudad. Después he seguido ascendiendo hasta la iglesia de San Esteban que tiene unas maravillosas vidrieras de tonos azules, obra del artista ruso-francés Marc Chagall, que le confieren una luz íntima y tranquila.
En esta ocasión no he podido entrar a visitarla, ya que en ese momento se celebraba la misa dominical.
Tras la comida he dedicado la tarde a descansar y reponer fuerzas del viaje. Por la noche he cenado un poco de sushi en el restaurante Hoi An Qt.
El restaurante, en el que ya repetido experiencia varias veces, realiza una cocina de fusión japonesa y sudasiática.